En Japón, a los jóvenes les cuesta tanto tener citas que sus padres lo hacen por ellos
Esto puede sorprender a algunos, pero en la cultura japonesa es común que los padres desempeñen un papel importante en la vida amorosa de sus hijos. Esta práctica se conoce como "omiai", que es un sistema tradicional de emparejamiento en el que los padres arreglan el matrimonio de sus hijos. La razón de este fenómeno es multifacética.
En primer lugar, Japón tiene una población que envejece rápidamente, con una tasa de natalidad en descenso, lo que ha resultado en un importante desequilibrio de género. Según el Instituto Nacional de Investigación sobre Población y Seguridad Social, en 2020 hubo 1,44 millones de nacimientos en Japón, la cifra más baja desde que comenzaron los registros en 1899.
Con menos jóvenes que nunca, les resulta cada vez más difícil encontrar parejas adecuadas. En segundo lugar, la cultura japonesa pone un fuerte énfasis en la educación y el éxito profesional. Como resultado, muchos jóvenes dedican la mayor parte de su tiempo y energía a estudiar y desarrollar sus carreras, dejando poco tiempo para las citas.
Además, las normas sociales en Japón pueden dificultar que las personas expresen abiertamente sus sentimientos románticos, lo que puede obstaculizar el desarrollo de relaciones románticas.