Japón seguirá instando a China a levantar la prohibición de importar alimentos

La prohibición fue impuesta por China en 2011 después del desastre nuclear de Fukushima y, desde entonces, Japón ha estado tratando de persuadir a China para que la levante. La prohibición cubre una variedad de productos alimenticios, incluidos mariscos, lácteos y verduras. Japón ha argumentado que sus productos alimenticios son seguros y han sido sometidos a estrictos procedimientos de prueba.

De hecho, según el gobierno japonés, los niveles de radiación en los productos alimenticios están por debajo de los estándares de seguridad establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 2012. Sin embargo, China se mantiene cautelosa y no ha levantado la prohibición. La cuestión se ha convertido en un importante punto de discordia entre los dos países, y Japón acusa a China de utilizar la prohibición como herramienta política para presionar a Japón.

China, por otro lado, ha declarado que la prohibición se basa en evidencia científica y tiene como objetivo proteger a los ciudadanos chinos de posibles riesgos para la salud. A pesar de estas diferencias, Japón sigue comprometido a resolver el problema y levantar la prohibición. El país ha estado trabajando para aumentar sus exportaciones a otros países y ha estado presionando para lograr acuerdos comerciales con otros países asiáticos.